Marta tiene 37 años y tenía 10 semanas de gestación cuando llegó a nuestros servicios legales. Al conocer el embarazo, de forma inmediata solicitó verbalmente el acceso al aborto a una psicóloga del MSP, quien la remitió a un Centro de Salud donde le pidieron que primero realizara la denuncia penal. Intentó realizar una denuncia pero en Fiscalía no aceptaron su denuncia y le dijeron “»seguro es mentira, usted se ha de haber ido de fiesta y luego cuando se dio cuenta del embarazo vienen a querer fingir y denunciar como que hubiera sido sin querer», «así son (las mujeres), esperan a estar preñadas para venir a denunciar», «seguramente nos está mintiendo, nosotros cómo podemos tomar su denuncia si es que usted no tiene pruebas (de la violación) y viene meses más tarde». Fue remitida a nuestros servicios de acompañamiento legal por la psicóloga del MSP que la atendió y luego de nuestra asesoría, realizó una denuncia virtual para adjuntar a su solicitud de acceso a la interrupción voluntaria del embarazo por violación. La solicitud fue aceptada inmediatamente y se inició el procedimiento el mismo día. Sin embargo, no la ingresaron al Centro de Salud sino que le pidieron regresar cada 3 horas para administrarle la siguiente dosis.